Descripción
Las calabazas charras son de materiales metálicos, llegando a ser en su formato de más valor en oro, aunque lo más común es la plata. Tiene forma redonda aplanada característica, siempre con el mismo grabado en la parte frontal. Es una de las principales piezas de lo conocido como “filigrana Charra”. Dicha frase va destinada a todo tipo de trabajo en plata.
Los orígenes de la filigrana charra son extremadamente oscuros y de muy difícil explicación, existiendo varias teorías al respecto.
Por su forma, se cree que es una deformación de un disco solar y que pudo ser utilizado como ornamento desde los siglos II y I a.c.
Determinados cargos romanos utilizaban ornamentos para unir piezas de vestir, como la toga y que se utilizaron entre los visigodos.
Desde el siglo XVII se usa frecuentemente en los trajes charros como pieza de plata.
Su relación con algunas formas de damasquinado hace pensar en posibles derivaciones mudéjares.
Como pieza de orfebrería sobreviviría a la Reconquista. De cualquier modo, cobró mucha relevancia a partir de esa fecha como elemento distintivo del ser y del sentir salmantino.